En primer lugar, comparto la
opinión de Tiscar Lara cuando afirma que de nada sirve que los docentes
"abracemos" nuevos soportes tecnológicos con el propósito de
favorecer el proceso de enseñanza/aprendizaje en cualquier disciplina si
continuamos haciendo lo mismo que veníamos realizando hasta el momento. Hay
quien piensa que el mero hecho de incluir las nuevas tecnologías en los
programas educativos y, más concretamente los edublogs, es sinónimo de ser
moderno y de preocuparse por acercar a los alumnos a una realidad que les rodea
constantemente, que constituye su principal motivación intrínseca. Cuán lejos
de la realidad. El docente debe guiar, orientar el aprendizaje de los discentes
y ceder "el testigo" de la responsabilidad del proceso de aprendizaje
a quien es el auténtico protagonista del mismo.
Otro de los aspectos
que me ha llamado la atención es la idea de "construcción de
identidad". Creo que es fundamental, pero no porque proporcione mayor
credibilidad a nuestro discurso; en mi opinión, perfectamente podemos congeniar
con el diseño, los colores y la estructura de un blog y no compartir ni el
contenido ni la coherencia e integridad del discurso. Considero que la idea es
esencial porque concibo esa creación o construcción de identidad como algo
personal de quien escribe, ligado paralelamente al proceso de aprendizaje, no
sólo a los ojos de los lectores. A saber, un edublog permite la creatividad, en
la construcción tanto del conocimiento como de la identidad personal. No hay
mejor aprendizaje que aquel en el cual uno se siente agusto tanto con lo que
produce como con el medio a través del cual transmite su creación.
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